jueves, 27 de noviembre de 2014

Causas Del Consumo De La Comida Chatarra

Desarrollo: No hay un buen desarrollo por falta de nutrientes.
Estudio: La capacidad de estudio se disminuye.
Afectaciones: Los niños presentan anemia y hay trastornos químicos en el.
Obesidad: Los niños se vuelven obesos o con sobrepeso y pérdida de la autoestima.
Enfermedades: Contribuye al aumento de enfermedades crónicas cuando son adultos como diabetes, hipertensión arterial, alteración en los líquidos (colesterol, triglicéridos) y cardiopatías.
Bebidas: Las gaseosas o cualquier bebida carbonatada o con cafeína disminuyen o retardan la absorción de calcio (importante para los huesos).
Malestares: Producen irritación en el estómago e intestinos, o gastritis. Además producen estreñimiento y aumentan los gastos médicos por mala salud.
Sabemos que las escuelas son mercados donde todo se vende, principalmente la comida chatarra, incluyendo el propio proceso educativo (educación gratuita con “cuotas voluntarias”, libros de texto gratuito y se exigen libros de apoyo, cuadernos de actividades, etc.) y hasta venta de plazas, exámenes de oposición, etc.


Los alumnos, los padres de familia y los maestros se cotizan con parámetros diseñados, desde oficinas alejadas de la escuela, por tecnócratas que ignoran todo sobre educación.

Actualmente no hay ningún tipo de regulación en nuestro país. Así la prohibición de venta de comida chatarra en el interior de las escuelas sería de gran ayuda, para controlar e ir eliminando lo que fabrican las empresas tras nacionales, pero desgraciadamente a los neo liberales que desgobiernan actualmente el país eso es lo que menos les importa.

Nuestro país cuenta con la ventaja de que las frutas y verduras son relativamente baratas, sin embargo esto no es aprovechado.




Las cooperativas como un proyecto educativo, cultural, de salud y trabajo democrático
Esta situación hace inaplazable la construcción de un proyecto educativo, con un perfil democrático y popular, orientado a hacer de la educación el instrumento formador de la nueva ciudadanía protagónica, participativa, creadora y creativa, con un desarrollo amplio de sus potencialidades, además busca Desarrollar una nueva cultura nutricional comunitaria, aprovechando los recursos naturales.
Pretendemos una nueva forma organizativa de las cooperativas escolares, queremos generar condiciones para la producción de alimentos sanos, retomando algunas líneas directrices de nuestro Proyecto Democrático de Educación y Cultura (PDEC) Las cuales generan una nueva cultura alimentaría.

La familia sanamente alimentada

Construir el conocimiento teórico: práctico sobre los nutrientes de los alimentos.
Desarrollar hábitos de alimentación nutritiva y saludable (equilibrada, completa, suficiente, adecuada, variada e higiénica) con recursos al alcance de las posibilidades de las familias en la comunidad.

Acceder al conocimiento de las implicaciones sociales, económicas, políticas y culturales de la alimentación.


Adjunto les dejo un vídeo en donde una doctora peruana nos habla de los hábitos alimenticios que incluyen la comida chatarra, que se considera comida chatarra y el daño que nos causa el consumo en exceso de comida chatarra a nuestra salud. Es devastador y me rompe el corazón ver que los padres alimenten a sus hijos con este tipo de comida a diario ya que los niños no pueden sustentares solos y deben comer lo que los adultos responsables les provean. Porque aunque no estoy de acuerdo con consumir comida chatarra, los adultos son grandes y toman sus propias decisiones, los niños no. Por esto digo que los adultos deberían ser el ejemplo a seguir y deberían alimentarse de mejor manera, así las siguientes generaciones tienen una mejor salud y unos mejores genes. No tan solo eso, podemos crear un mejor mundo lleno de personas felices y saludables si educamos a nuestros hijos acerca de la buena alimentación.






Comida Chatarra

(esta última denominación, empleada a veces en México y Uruguay, es traducción literal del término en inglés junk food) contiene, por lo general, altos niveles de grasas, sal, condimentos o azúcares (que estimulan el apetito y la sed, lo que tiene un gran interés comercial para los establecimientos que proporcionan ese tipo de comida) y numerosos aditivos alimentarios, como el glutamato mono sódico (potenciado del sabor) o la tartracina (colorante alimentario).
Potencialmente, todos los alimentos son perjudiciales para la salud si se abusa de su consumo, pero los que se consideran comida basura lo hacen en mayor medida por necesitarse menores cantidades para producir efectos adversos, o por consumirse en mayores cantidades, dada su facilidad de consumo (comida rápida) o el uso social de su consumo (ligado a formas de ocio juvenil). También puede ocurrir que determinados grupos de población, o los que padecen determinadas enfermedades previas, sean más sensibles a sus efectos. Suele relacionarse el consumo de comida basura con la obesidad, las enfermedades del corazón, la diabetes del tipo II, las caries y la celulitis. La comida basura brinda al consumidor grasas, colesterol, azúcares y sal, mientras que una comida saludable debe proveer fibras, proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales necesarios para el rendimiento del cuerpo.

Los restaurantes de comida rápida brindan desde luego este tipo de comidas, pero además las cadenas de supermercados también ofrecen al mercado dicha comida basura. En este sentido, las investigaciones sobre procesos socioculturales y nutrición nos pueden ayudar a comprender este fenómeno, pues se enfocan en los procesos de cambio a gran escala, como la globalización, modernización, urbanización, los cambios en el rol de la mujer y los cambios tecnológicos, para entender cómo estos procesos afectan la comida y la nutrición. Las características económicas, culturales y políticas de un país tienen estrecha relación con su forma de alimentarse. Por eso es importante considerar la influencia de estos factores en la nutrición. ¿El índice de obesidad en los niños de dicho país y de otros influenciados por el mismo, disminuiría? Además, el predominio de la obesidad ha incrementado mucho, a pesar de un aparente disminución en las porciones de calorías consumidas, como la grasa, en la dieta de los niños de Estados Unidos.